La revolución silenciosa

¿Seguro que no puedes vivir de otro modo?

El capitalismo morirá autofagocitado por su propia avaricia e incapacidad de ser justo con aquellos que producen la riqueza, no obstante, nuestra obligación como ciudadanos de un mundo que atraviesa horas dificiles es actuar en la medida de nuestras posibilidades para que se acelere su muerte y pasemos a un modo de producción más justo y solidario que no excluya a las capas ahora desfavorecidas y que respete a todos los ciudadanos por igual.

Tú eres valioso en esta lucha, te estarás preguntando que es lo que puesdes hacer. Aunque te parezca mentira en tu mano está cambiar el mundo, en tus manos, en las de tu vecino y en las del vecino de tu vecino.

Una sociedad está formada por individuos, seres a los que las pseudo-democracias capitalistas han mantenido amordazados con la patraña de que pueden expresarse a través del voto. Como ciudadano tienes derecho a elegir quien prefieres que te explote y se se te elimina la posibilidad de elegir lo más simple: que no quieres ser explotado.

Por otra parte, el sistema capitalista intenta que todos nosotros nos sintamos minoría, seres extraños que están solos, así somos presas más fáciles de devorar, pero no creas que está todo perdido, te queda una baza que jugar.

Te estoy hablando de la revolución silenciosa, la revolución que el estado no puede controlar, la que se escapa a las fuerzas de seguridad, con la que los bancos y las grandes empresas acumuladoras de capital no cuentan. Te estoy hablando de la revolución silenciosa, la del metro cuadrado.

¿En que consiste la revolución personal o del metro cuadrado?

Es fácil, mientras el mundo se ahoga en la miseria del capitalismo e incrementa sus deudas con los bancos, tu puedes comenzar a ser consecuente con tus ideas anticapitalistas, ser consecuente de la mañana a la noche y vivir de un modo no capitalista, ser feliz actuando en consecuencia con tus ideas e intentando influir en los que te rodean explicándoles que pueden vivir de otro modo y mostrándoselo con tu propio ejémplo.

Influye a los que te rodean, trabaja en tu metro cuadrado de influencia y una vez logres resultados, haz que los tuyos hagan su propia revolución silenciosa influyendo a los que les rodean.

Es una labor que requiere constancia y paciencia, pero es mucho más eficaz de lo que puedes creer. Se trata de un primer estadio en el que debemos lograr que se hable de un modo de vida distinto al capitalismo y hacer ver a los que nos rodean que es posible y que estamos cerca de conseguirlo. Inténtalo, vive de otro modo y haz ver a los que te rodean que pueden ser felices sin seguir el modelo de vida capitalista.

Creemos el ambiente, el caldo de cultivo, recuperemos la esperanza del cambio de los modos de producción y reparto de la riqueza. El segundo estadio llegará por si mismo.